2007:Intervenciones

Cuando los perros ladran el caballo los ignora

Oswaldo Macià

Cuando los perros ladran el camello los ignora; somos los perros y el camello el mundo (Proverbio de Darfur).

Parecería que vivimos en un mundo permanentemente en crisis. Esto se debe, aunque no siempre lo percatemos del todo, a que las crisis son de los pocos mecanismos que generan cambios en nuestros días. Dicho de otra manera: las crisis son los catalizadores indispensables que determinan acciones capaces de transformar los escenarios personales, sociales y políticos de hoy.

No así, cada crisis tiene una intensidad, una iconografía y un lenguaje diferentes. Discernimos sobre ellas y les prestamos atención de acuerdo no sólo a nuestras inclinaciones políticas y gustos personales sino también dependiendo de su inmediatez como noticia y de la singularidad de su ocurrencia. Las crisis compiten entre sí mismas por nuestra atención debido a una especie de pugna permanente entre los innumerables grupos de presión de la sociedad civil y los intereses financieros cada vez mayores de los medios de información global.

A pesar de lo anterior, y dentro de esa visión global semi-apocalíptica que al parecer ahora todos compartimos, hay un tipo de crisis que la sabemos o intuimos más graves que cualquier otra: la crisis humanitaria. Nuestro ser ético se retuerce cada vez que se nos recuerda la capacidad que tenemos para la masacre y el genocidio. Los sabemos como crímenes repugnantes porque con ellos todos somos degradados y rebajados ontológicamente. Son crímenes injustificables pero no obstante no dejan de suceder.

Es justamente esa indiferencia, esa omisión en nuestro deber como ser humano, a la que esta pieza de Oswaldo Macià se refiere. Él nos recuerda con esta sinfonía -compuesta de 200 ladridos de perros- la capacidad que poseemos de bestializarnos y de como Darfur es un caso tan presente como ignominioso. El título mismo parece contener una mordaz ironía pues si decimos que "cuando los perros ladran el camello los ignora; somos los perros y el camello el mundo" invocamos esa doble posibilidad humana de expresar, por un lado, disconformidad y de sentirnos en peligro pero al mismo tiempo de rebajarnos también a la jauría e injusticia ayudadas ellas por nuestra propia indiferencia. Así bien, si el mundo es realmente un camello indiferente -tal y como al parecer lo son nuestros líderes e instituciones internacionales- deberemos entonces seguir ladrando hasta cuando esa lánguida bestia nómada se arrodille y escuche nuestro malestar.

Juan Toledo, Londres 2006

Descripción técnica: Composición con 200 sonidos de ladridos de perro provenientes de perreras municipales de Cerdeña. Composición hecha para 12 canales de sonido (2 DVD 5.1), programa de mano y valla publicitaria con el texto: Cuando los perros ladran el camello los ignora; somos los perros y el camello el mundo (Proverbio de Darfur).

Ubicación

Centro Cultural de la Villa de Madrid

Jardines del descubrimiento, S/N

de 14:00 a 23:00 

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