2011-2012:Acciones

Iñaki Larrimbe. Turismo Raro

En el marco de Madrid Abierto y bajo el sello Unofficial tourism -un proyecto del artista Iñaki Larrimbe- diversos agentes culturales generan durante los años 2009 y 2010 una serie de mapas turísticos no oficiales que son distribuidos desde una caravana convertida en remedo de oficina de turismo alternativo.

Al poco, como resultado de la propia dinámica del trabajo de carácter colaborativo dichos agentes se constituyen como grupo para seguir investigando, trabajando sobre diversas cuestiones planteadas en Unofficial tourism. Nace así el proyectoTurismo raro y el colectivo Unofficial tourism.

Turismo raro se quiere incrustar, desde el hazlo tú mismo, dentro de los mecanismos creados por las industrias de la cultura. Pues Turismo raro no alberga ánimo de crítica. Más bien su idea es, desde una posición nihilista, formar parte de la realidad cultural en la que vivimos intentando dar respuesta a la demanda de entretenimiento cultural que las nuevas políticas culturales cimentadas en criterios socioeconómicos generan. Asumiendo así que la gestoría política, actualmente, se inclina por aceptar la esfera pública de la cultura como un recurso más y, en ese sentido, más allá de la mera resonancia mediática, no parece mostrar interés alguno. Y así vemos como las agendas locales en materia de cultura se vacían de contenidos moviendo su foco de interés hacia el turismo cultural, con el afán de atraer visitantes que generen beneficios económicos para las ciudades. La cultura se convierte así en un mero recurso económico.

Con Turismo raro queremos plantear otras maneras de hacer turismo, construir otras narrativas de Madrid. Narrativas que desde las industrias turísticas no pueden ser asumidas por su escasa rentabilidad económica. Y con esa finalidad pergeñamos ahora una guía turística “alternativa” y un mapa que recogerán diversos itinerarios turísticos raros creados para la ocasión. Dichos materiales serán distribuidos por diversos espacios públicos de Madrid utilizando el recurso boockcrossing: se trata de coger un libro y “olvidarlo” (liberarlo) en un lugar público para que otro lector lo encuentre, lo lea y vuelva a ponerlo en circulación.

Forman parte del colectivo Unofficial tourism:
Guillermo de la Madrid, Mauro Entrialgo, Adriana Herreros, Iñaki Larrimbe, Ana Nieto, Santi Ochoa, Jimina Sabadú, Todo por la praxis, John Tones y Macu Vicente.



MADRID DISECADO
Ana Nieto
Madrid es una de esas ciudades en las que conviven sin problemas lo moderno y lo tradicional. Lo castizo sigue teniendo una posición destacada en muchos bares y locales; tradiciones con un cierto toque rancio que nos descubren costumbres de un pasado no demasiado lejano. Entre ellas, los trofeos de caza, animales disecados con mayor o menor destreza: lechuzas, peces globo, cabezas de toro, ciervo o jabalí, tortugas, cocodrilos, tiburones, antílopes chinos de los pantanos... toda una fauna esparcida por la ciudad, que nos observa con sus ojos de vidrio desde las paredes de bares, parkings e incluso copisterías. En su día, representaban el orgullo del depredador; hoy los obser¬vamos como meros elementos de estética kitsch. En esta ruta encontraremos criaturas de todo tipo fuera de su hábitat natural, algo que define muy bien esta capital, compuesta en su mayoría por gente de fuera. Un gran museo de Ciencias Naturales para el que no hace falta sacar entrada.

ARTE URBANO
Guillermo de la Madrid
Tradicionalmente, guías, mapas y folletos han bombardeado al paseante (turista, visitante o autócto¬no) con lo perenne, con aquello que ha permanecido inalterable durante siglos o ha sido diseñado o concebido para hacerlo durante los que vendrán: así, se visitan tanto los majestuosos restos del pasado como las creaciones que constituirán el atractivo presente y futuro de una ciudad. El arte urbano esquiva los requisitos del turismo tradicional: no ha sido creado para maravillar al extran¬jero, ni representa la historia de la ciudad; sin embargo, sí es la expresión artística que personifica la cotidianeidad y el día a día de las ciudades. Y aunque si uno se descuida puede quedarse sin verlo -a menudo desaparece a las primeras de cambio- hay obras e intervenciones que perma¬necen. Son las que mostramos en este recorrido: grandes murales, pequeñas intervenciones en rincones insospechados, obras creadas específicamente para el lugar que las acoge: todas están representadas en este itinerario.

EL MADRID FANTÁSTICO
Jimina Sabadú
Aunque España es un país más naturalista que fantástico en lo que se refiere a la ficción .porque la realidad española siempre ha superado nuestras expectativas., siempre ha habido incursiones en el terreno de la fantasía. Quizás hayan sido pocas, y en casi todas encontremos una influencia foránea visible. No han sido generación espontánea sino el producto de nuevos (o viejos) aires llegados de más allá de los Pirineos. De estas pocas encontramos no obstante una fuerte persona¬lidad, fruto de mezclar las citadas influencias con las características nacionales (también podemos llamarlas defectos: el derrotismo, el desencanto, o el bajón puro y duro) y algo de talento genuino presente en la mayoría de autores de obras reseñadas. Si bien algunas no las hemos incluido por tener lugar en interiores o en sitios que ya no existen, las que están en este listado tienen dos características: están en pie, y son interesantes per se. Con o sin la obra que los apadrina. Espe-ramos pues que hagan el recorrido y que despierten el espíritu (que no el cadáver) de un Madrid que existió, existe, y existirá. Por más que algunos se empeñen en enterrarlo vivo.

RELOJES DE SOL
Macu Vicente
Dicen que “el tiempo no existe, que el tiempo son las cosas que te pasan” pero la humanidad siem¬pre ha tenido la necesidad de medirlo. La sombra que genera el sol fue durante siglos su medida universal y su patrón original fue el “gnomon”, un bastón incrustado perpendicularmente en el suelo cuya sombra señalaba los diferentes horas del día. En Madrid capital hay unos 50 situados en parques, fuentes y edificios. Son de diferentes tipos: verticales, horizontales, cilíndricos, ecua¬toriales... y suelen pasar desapercibidos. Aún en nuestra época tan tecnológica siguen estando de actualidad, pues la mayoría se han hecho en rehabilitaciones urbanísticas más o menos recientes.

RÓTULOS COMERCIALES DE NEÓN
Adriana Herreros y Mauro Entrialgo
Cuando se habla de la escena de los neones madrileños, se tiende a limitar su alcance a la media docena de piezas de grandes empresas que los medios de comunicación han reproducido repetidamente, que nosotros reseñamos en nuestra primera entrega de este recorrido y que las autoridades municipales han decidido indultar de su caza de brujas estética gracias a la presión de la opinión pública.
Pero el grueso del conjunto de este tipo de elementos de neón que ocupan el espacio visual de la ciudad está constituido por simples rótulos que, pese a su mayor modestia, han personalizado con igual rotundidad su entorno calando en el inconsciente del transeúnte. Todos estos luminosos es difícil que sobrevivan si la nueva normativa se aplica estrictamente. Todos los que hemos selec¬cionado, además, pertenecen a negocios que, incluso reformados, han existido durante décadas con conceptos de otra época que los han convertido en singularidades en el maremágnum de franquicias y establecimientos de diseño que habitamos.

PLACAS
Santi Ochoa
Madrid, saturada de calles dedicadas al catolicismo y apenas a valores culturales o naturistas, no tiene ninguna dedicada a Mozart, Beethoven, Shakespeare o Voltaire, como otras muchas capi¬tales del país. En su lugar abunda el callejero de la infamia, recuerdo de lo peor del franquismo. Anacronismo que desde hace unas décadas se intenta remediar con una revisión histórica apenas comenzada y que recoge en las nuevas placas y monumentos algunas muestras de la ilustración española y europea. También hay placas de momentos históricos de nuestras ciudades ajenas a la política o el poder, hoy apenas percibidas, como la primera proyección de cine o el estreno del himno vasco, amén de otras más recónditas de siglos pasados que ahora se ven con cierta ironía.

SOLARES. RECORRIENDO LOS ESPACIOS DE LA AUTOGESTIÓN.
Todo por la Praxis
Los solares vacíos o abandonados son nuevas fronteras de oportunidad en los cascos urbanos consolidados. En una fase de hibernación inmobiliaria como la que estamos conociendo, estos espacios del abandono se convierten en inesperadas infraestructuras para el desarrollo de acti¬vidades temporales.
Hasta el pasado más reciente, las prácticas desarrolladas en estos territorios estaban vinculadas a las prácticas de ocupación, como fue el caso de Olivar 48. Pero en la actualidad existe una corriente en la que se están experimentando procesos de cesión temporal de solares públicos a asociaciones y movimientos sociales.
Nos interesa rescatar y visualizar estos espacios donde se pone en práctica un desarrollo urbanís¬tico paralelo al planificado. A pesar de las diferencias que existen entre los contenidos, la historia y las dinámicas de estos espacios, todos ellos tienen un denominador común en la Autogestión, por lo que usaremos este hilo conductor como criterio para el mapeado y el recorrido alrededor de los centros sociales.

BOLERAS
John Tones
Desde que el entretenimiento doméstico es capaz de rivalizar en potencia audiovisual con lo que nos ofrecen cines, teatros y salas de conciertos, y mientras el ocio nocturno se ve indefectiblemen¬te castrado por ordenanzas municipales cada vez más restrictivas, las boleras sobreviven como centros de ocio que (versiones virtuales para la tercera edad aparte) aún no han encontrado una contrapartida digna en el salón de casa. Los bolos siguen necesitados de un espacio amplio, con unas condiciones específicas, y sobre todo, con esa especie de aura de templo pagano que siempre ha rodeado a esta mezcla de deporte y pasatiempo para adolescentes deseosos de sacudirse la resaca. Las boleras que sobreviven en Madrid conservan algo de esa rancia dignidad, de imitación norteamericana que las hace especiales.